domingo, agosto 16, 2015

Soledad...

Soledad, no de sentirme sola, soledad de estar contigo. Soledad que me ha impuesto tu presencia inerte...
Ya mis palabras pierden el sentido al llegar a tus oidos y mis intentos de verme mejor pierden el estilo al pasar ante tus ojos... Tu boca ya no miente, no difiero fantasía o realidad... eso realmente da igual, si a fin de cuentas siempre fue mentira lo que creí verdad y al revés...
Soledad de querer estar contigo y que nunca estemos solos... soledad de tus reclamos que piden más que las míseras migajas que das... Dios quiera que un día sea tu menester entender como funciona la cabeza y corazón de una mujer, y es que no hay que ser muy visionario, ni armarse de fechas libres en un calendario, para poderme entretener, ¿que no ves que jamás he querido un payaso? Quiero compañía, quiero un hombro en que llorar, un abrazo en tiempos turbios, una palabra de aliento... Quiero algo que el dinero no compra y que un psicologo no va a cambiar, quiero tiempo, tu tiempo, quiero intimidad, no intimidad para mi cuerpo, más si para mi alma... quiero ser oída, no ignorada, querida y quizás no tan amada...